jueves, 4 de noviembre de 2010

I keep moving on.

Todos lo días se sucede un hito estelar, galácticoy cósmico. Yo me lo he estado perdiendo durante mucho tiempo. Pero hoy no, ni ayer.

Ha empezado mientras yo leía Nada. Y ha sucedido en Moncloa. (Donde suelen ocurrirme la mayoría de las cosas.)

Comienza con una mirada al horizonte, y continúa con una escala de verdes, azules, y rojos. Alguna despistada nube se deja acariciar, pero no es lo habitual. Es eterno en la medida de lo posible y consigue evadirme de las irresponsabilidades. De toda preocupación. Me habla de paz en tiempos de guerra, y me proporciona tranquilidad.

Y no me hace falta intercambiar palabra. Otras veces echo en falta un trueque conversacional. 

- ¿Me cambias un simple hola por un Buenos días? Creo que te sienta un poco mejor. Sinceramente pienso que el verde es un color te va, pero eso no importa, porque los camaleones pueden cambiar de camisa cuando quieren.

Durante este período de latencia, los quimioreceptores específicos de mi membrana externa se encuentran inhibidos, y sólo se produce respuesta ante un estímulo lumínico. Fototaxia.

Poco a poco las farolas se visten de amarillo pálido o de blanco perla, y se da comienzo a la súbita subida de la marea nocturna. Empiezan a aparecer el resto de estrellas; mientras, yo retengo a mi estrella personificada, que quiere escapar al frío. Debo procurar de que nunca se apague, y de que no crezcan nenúfares en su interior. Pero tengo una poderosa rana que vive en ella, y que me mantiene informado.

Brilla con luz propia, y emite en el espectro de luz transparente. No recuerdo exactamente a cuántos nanómetros, pero es como el blanco que se utiliza en el espectrofotómetro humano. Los fotones que deja escapar tras de si tienen la capacidad de irradiar calor con  la naturalidad propia de un astro. Sigue siendo azul por los bordes y más pálido en el interior, donde siempre me quedo colgando con Lou Reed.

Y hablamos de cosas sin sentido, creando los sueños a partir de realidades tejidas con nuestras propias manos. 

Mientras, el tiempo procura mantenerse en movimiento. Y yo no me voy a quedar atrás. No me voy a anclar a un pasado, ni voy a vivir de ello en el futuro. Simplemente me voy a limitar a estar aquí. A mantener todo esto vivo. "Keep the dream alive" Y a no destruir.